Entre mito e historia: la Virgen de los Dolores

Como siempre que tratamos un tema religioso, intentaremos dar una visión personal de como vemos lo acontecido en ese lugar hace casi 290 años.

Hacía apenas dos años que la ermita de la Virgen de los Remedios se había convertido en parroquia en Yaisa, como se le llamaba por entonces. Y en la noche del primero de septiembre de 1730 el cura del pueblo d. Andrés Lorenzo Curbelo pudo observar como a dos leguas del pueblo, sobre la aldea de Chimanfaya, la tierra se abrió  y escupió llamas. 

Los primeros días de las erupciones devastó las aldeas de Chimanfaya, El Rodeo y una parte de Mancha Blanca. Estas primeras coladas fueron hacia el Norte. Posteriormente las erupciones se multiplicaron y las zonas más fértiles y productivas de la isla fueron destruidas incluido el puerto de Janubio por donde salía todo el cereal de la isla. Otro de los lugares que fueron arrasados fue la localidad de Tingafa. Se decide por entonces que los vecinos de esta localidad y Mancha Blanca iban a recibir tierras cerca de Tinguaton. Sin embargo el 01 de abril de 1735 las coladas seguían corriendo y una lengua de lava se dirige a la aldea de Tajaste, en las inmediaciones de la montañeta de Guiguan amenazando también la población de Tinajo y las aldeas colindantes. 

Es entonces cuando las población ante tanta calamidad y miseria decide pedir la ayuda de sus santos y acuden al párroco de Tinajo solicitándoles hacer un oficio en procesión con el santo de San Roque. El cura se niega, y les comenta que en su lugar saquen un cuadro de la Virgen de la Dolorosa, que pertenecía a una familia del pueblo que lo habían depositado en la iglesia. Los vecinos aceptaron pues hacia pocos meses que el papa Clemente XII había concedido a España la celebración de su festividad el 15 de septiembre. Las gentes salen con la imagen en procesión desde San Roque hasta la caldera de Guiguan. 

Por la gracia divina o por la suerte de la densidad magmática, lo cierto es que la corriente de lava se detuvo frente a una cruz que un vecino clavó en el suelo. 

Y desde aquí la tradición oral y la documental van por caminos paralelos. 

Siguiendo el rigor científico, se registra en Teguise por aquella época un acta de solicitud para conmemorar la festividad de Nuestra Señora de los Dolores el primer domingo después de la semana santa, y a su vez también se pide refundar la ermita de Nuestra Señora de Candelaria destruida por las coladas.

No hay más documentos hasta un testamento de 1791 donde se recoge en el acta la celebración de una misa en la ermita de Los Dolores recientemente construida por lo que es probable que esto ocurrió unos años antes como recoge la tradición oral. Haciendo una aproximación al tiempo de construcción que pudo ser entorno a los 10 años es posible que los primeros oficios fueran sobre 1784. Años posteriores la festividad de la virgen de los Dolores pasó a celebrarse el 15 de septiembre. 

De esta construcción se sabe poco ya que el libro donde constaba la fabricación fue destruido en un incendio de principios del siglo XX en el archivo de la iglesia matriz de Teguise donde fueron depositados en 1795. Si se sabe que hacia 1800 y debido a los constantes robos, se había construido dos casas adosadas al templo donde vivía una familia que guardaba el lugar. 

En 1849 el obispo Buenaventura Codina visita la ermita y decide cerrar el templo por lo ruinoso del lugar y trasladar los santos y demás útiles a la iglesia de San Roque. Posteriormente, con los aportes dinerarios de los vecinos se reconstruye el actual templo con un estilo mudéjar y bastante moderno para la época.

En torno a la virgen de los Dolores se celebra dos festividades, una el 15 de septiembre de Nuestra Señora de los Dolores y otra el 31 de julio que es la fecha en que finalizaron las erupciones de 1824, y por la cual se la conoce como la Virgen de los Volcanes. 

- MANUSCRITO DEL CURA DE YAIZA - Agustín Pallarés Padilla.
- webdelanzarote.com- Virgen de los Dolores